Alex B. Raco
Postgrados Universitarios de
Especialista Trastornos Ansiedad,
Hipnosis Ericksoniana
y Psicopatología Clínica
Autor del bestseller
'Nunca Es El Final'
Discípulo del Dr. Brian Weiss
Quienes somos? La trampa del Ego
Todos nuestros pensamientos aparecen en el fondo de una presencia consciente. Con demasiada frecuencia confundimos nosotros mismos con los pensamientos o con nuestra mente. Nuestro ego. Pero en esa misma presencia se oculta nuestra verdadera identidad.
Por sí mismo, nuestros pensamientos no son conscientes, sino un simple contenido de nuestra conciencia, que aparecen y desaparecen en el campo de nuestra experiencia global.
Pero ¿quiénes somos realmente? Somos nuestros cuerpos? nuestras mentes? Nuestro cerebro? Nuestros pensamientos?
Con demasiada frecuencia confundimos nuestra verdadera esencia con nuestra mente. Pero piensa por un momento en cuando estamos durmiendo, la parte de sueño sin sueños. Mientras dormimos y no soñamos nuestra mente deja de funcionar, pero eso no significa que dejemos de existir. En esos momentos coincidimos con nuestra verdadera esencia, una presencia consciente libre de pensamientos.
Cuando nacemos, y desde hace unos meses a partir de entonces, no somos conscientes de los límites de nuestro cuerpo. Somos uno con nuestra madre, con el mundo , el universo. Ese es nuestro verdadero ser. Entonces, nuestra mente comienza a crear la ilusión del yo, del Ego. Y caemos en la trampa. Nos empezamos a limitarnos a nuestro cuerpo, cuando en realidad seguimos siendo uno con el universo . El aire que rodea nuestro cuerpo está formado por nuestro propio material.
El pensamiento «yo», que es por su propia naturaleza pasajero como todos los otros pensamientos, en su propia presunción oculta el supuesto implícito - y por lo tanto nunca probado - que es una entidad independiente capaz de ser consciente de todos los otros pensamientos. De hecho, el pensamiento "yo" no es capaz de hacer nada más que aparecer y desaparecer a la luz de la conciencia, al igual que cualquier otro tipo de contenido mental. Debido a su proprio auto-pensarse " yo " se convierte en un "aura hipnótica " que hace que se considere como una entidad real, como si la misma palabra agua se convirtiera en agua real.
Nuestra verdadera esencia es esa presencia que permanece en la ausencia de pensamiento consciente. Esa dulce sensación de paz que experimentamos mientras dormimos y no soñamos . Cuando paran los límites del pensamiento y el cuerpo. Eso somos nosotros . Todos.
Pero ¿quiénes somos realmente? Somos nuestros cuerpos? nuestras mentes? Nuestro cerebro? Nuestros pensamientos?
Con demasiada frecuencia confundimos nuestra verdadera esencia con nuestra mente. Pero piensa por un momento en cuando estamos durmiendo, la parte de sueño sin sueños. Mientras dormimos y no soñamos nuestra mente deja de funcionar, pero eso no significa que dejemos de existir. En esos momentos coincidimos con nuestra verdadera esencia, una presencia consciente libre de pensamientos.
Cuando nacemos, y desde hace unos meses a partir de entonces, no somos conscientes de los límites de nuestro cuerpo. Somos uno con nuestra madre, con el mundo , el universo. Ese es nuestro verdadero ser. Entonces, nuestra mente comienza a crear la ilusión del yo, del Ego. Y caemos en la trampa. Nos empezamos a limitarnos a nuestro cuerpo, cuando en realidad seguimos siendo uno con el universo . El aire que rodea nuestro cuerpo está formado por nuestro propio material.
El pensamiento «yo», que es por su propia naturaleza pasajero como todos los otros pensamientos, en su propia presunción oculta el supuesto implícito - y por lo tanto nunca probado - que es una entidad independiente capaz de ser consciente de todos los otros pensamientos. De hecho, el pensamiento "yo" no es capaz de hacer nada más que aparecer y desaparecer a la luz de la conciencia, al igual que cualquier otro tipo de contenido mental. Debido a su proprio auto-pensarse " yo " se convierte en un "aura hipnótica " que hace que se considere como una entidad real, como si la misma palabra agua se convirtiera en agua real.
Nuestra verdadera esencia es esa presencia que permanece en la ausencia de pensamiento consciente. Esa dulce sensación de paz que experimentamos mientras dormimos y no soñamos . Cuando paran los límites del pensamiento y el cuerpo. Eso somos nosotros . Todos.
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